Con motivo del Día Mundial de la Nieve nos gustaría contarles la historia de la High House, un chalet extremadamente especial y valioso construido en 2017 para una familia privada. Es un chalet poco convencional que, gracias a su particular estructura y a los innovadores materiales utilizados para su construcción, se adapta a la naturaleza y se camufla tanto con el blanco del invierno como con los colores más oscuros del verano de las hierbas y las rocas.

Un proyecto ecosostenible del estudio parisino Delordinaire se erige como una vivienda de pila en la región de Quebec, Canadá. Inmerso en la nieve y no en el agua, sus pilares de 4 metros de altura permiten cruzar la línea de los árboles que lo rodean y los amplísimos ventanales dan a los propietarios del singular chalet una vista impresionante del Mont Saint Anne, rodeado de una naturaleza como nunca se hubiera imaginado permanecer en su interior. La vista no es la única ventaja, la altura de la casa permite que la luz del sol se filtre a través de las ventanas a cualquier hora del día, contribuyendo así a la calefacción natural y gratuita de la casa.

El objetivo del proyecto parisino es la integración del chalet con la naturaleza y la fuerza radica en los materiales utilizados para la construcción de esta casa de montaña única. Los paneles que componen el revestimiento de la estructura son de hormigón blanco para las paredes y de acero corrugado para el techo, para permitir un camuflaje completo de la estructura con la naturaleza circundante tanto en invierno como en verano. El interior de la Casa Alta, en cambio, es de madera: suelos y revestimientos, mientras que los paneles de relleno son de resina transparente.